En el “caso Bulatov” se
aprecia la mano de los servicios de inteligencia norteamericanos, quienes se
preparan para tomar el poder en Ucrania.
Traducido del ruso por Josafat S. Comín
Serguei Glazev considera
que el secuestro del líder de Maidán Bulatov debía convertirse en el punto de
partida para la toma violenta del poder en Ucrania. Estas declaraciones fueron
hechas por el político ruso a Korrespondent.net.
La provocación con el
supuesto secuestro de Bulatov, las recientes revelaciones de la vicesecretaria
de estado de los EE.UU., la Sra. Nuland y el caso en la sede de los sindicatos,
permiten destapar el plan general de la conspiración que intentan llevar a cabo
los servicios de inteligencia de los EE.UU. apoyándose en su red desplegada en
Kiev, considera el consejero del Presidente de Rusia.
Según palabras de Glazev,
el secuestro de Bulatov en un primer momento se concibió como una provocación
antirrusa. A Bulatov supuestamente le torturaron gentes con acento ruso. Debo señalar
que con acento ruso habla la mayoría de la población de Ucrania, incluyendo a Klichkó,
Kravchuk, Timoshenko, Kuchma y demás políticos conocidos de Ucrania.
Estamos claramente ante
una intriga de fabricación casera, para arrojar sombras sobre los servicios de
inteligencia rusos, considera Glazev.
El político considera que
secuestro del líder de Maidán no es más que una fábula. Una fábula que lleva la
autoría del antiguo ministro de defensa Anatoli Gritsenko y de uno de los
líderes de Maidán como Vitali Klichkó, quienes tuvieron al Sr. Bulatov en una “dacha”
de uno de sus amigos.
El objetivo de esta
escenificación, según datos del consejero de Putin, es fabricar una excusa para
provocar violencia en Ucrania, llegando incluso a la comisión de atentados.
Después de eso los EE.UU. tendrían la coartada para someter el caso a
consideración del Consejo de Seguridad de la ONU, que es lo que están
intentando conseguir los norteamericanos según se desprende el testimonio de
Nuland, señala Glazev.
Precisamente para esto se han
estado planificando actos terroristas a gran escala con víctimas mortales, para
hacerlas coincidir con la apertura de las olimpiadas en Sochi. De ello da fe la
explosión de la bomba en la sede de los sindicatos, convertida en un arsenal para
la preparación de atentados. Todo esto recuerda la historia de las olimpiadas
en Pekín, cuando los norteamericanos provocaron a Saakashvili para que comenzase la guerra en Osetia del
sur.
En esa cadena de
provocaciones tendrían pensado incluir un imaginario ataque contra la embajada
los EE.UU. que justificarse la intervención de marines en el territorio de la
embajada para defenderse de ese supuesto ataque. Tras eso iría la toma del poder en
Kiev y la sustitución del actual gobierno; ese es el escenario que se está sopesando
en el momento actual, asegura el político.
De todas formas, Glazev
está convencido de que por ahora el plan está lejos de poderse llevar a cabo. Demasiadas
pífias están cometiendo los norteamericanos: “ La revelación de la provocación
con el caso Bulatov, esa explosión de munición en la sede de lso sindicatos,
las escandalosas filtraciones de las conversaciones entre Nulad y Pyatt
(embajador de EE.UU en Ucrania. N de la T.)…
Glazev remarca la participación de Piotr Poroshenko (magnate ucraniano. N de la T) en la historia del secuestro del líder de Maidán. Es Poroshenko quien proporciona a Bulatov un avión y el que gestiona su salida del arresto domiciliario. Es evidente que Poroshenko es uno de los principales participantes y organizadores de esa cadena de provocaciones contra Rusia. Pienso que es una especie de venganza en respuesta a las limitaciones que se le impusieron a los productos de la marca Roshen en el mercado ruso, por el incumplimiento de las normas sanitarias de Rusia.
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